El peregrino del camino,
se detuvo un instante,
miro hacia atrás,
vio sus pasos dibujados,
a pesar de la lluvia,
no se habían difuminado,
a pesar de inviernos,
días de frías madrugadas,
por que emborronar...
el pasado se pensaba.
Por que olvidar los pesares,
los lugares... son los pasos,
de la vida, cada uno un motivo,
cada metro recorrido,
cada amigo conocido,
cada abrazo malogrado,
cada beso que no diste.
El peregrino quería saber,
cuanto trecho le quedaba,
cuantas horas de travesía,
cuantos manos tocaría,
quiso saber si su viaje...
a alguna estación llegaría,
si sus cansados pies,
la playa soñada, pisarían,
una duda le asaltaba,
su cabeza no descansaba,
cuanto mas lo pensaba,
y menos fuerzas tenia,
se encontró con un viajero,
que al pasar le saludo,
donde vas compañero...
al detenerse le pregunto,
camino sin rumbo fijo,
no tengo mapa ni destino.
El viajero le contesto...
no te apures compañero,
todos tenemos rumbo,
no pretendas llegar pronto,
no te pienses que malgastas,
tus zapatos, tus años,
yo soy eterno viajero,
de caminos imposibles,
te conozco desde niño,
te espero hace años,
todos mas pronto que tarde,
a esta encrucijada llegáis.
Os pensáis que la vida,
es mar en calma, os apuráis,
tu sigue caminando,
escucha tu corazón, tu instinto,
el te llevara a esa estación,
que ansias poder llegar,
sobre todo no te rindas,
en pocos años me veras.
Te enseñare tu camino,
y como yo, a otros ayudaras,
sera tiempo de saber,
si caminastes de puntillas,
o pisastes fuertemente,
si fuiste un viajero infatigable,
no quieras alcanzar la meta,
sin hacer primero la maleta.
Autor...
Pedro M.Girón
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